Semana 18

Semana de introspección, de estar más que siempre en un estado de darse cuenta lo que sucede adentro. Lo siento, ahora sé con certeza que mis celulas y las fibras de mi cuerpo están aprehendiendo el conocimiento, los ejercicios los llevo a cabo casi sin ninguna dificutlad, recuerdo lo que debo hacer, conecto claramente con entusiasmo y en caso de no conectar, entiendo por qué me siento como me siento, así que fluyo con eso, le agradezco y no dejo que afecte mi día. Estoy alejada casi por completo del celular, los actos de amabilidad me han invadido a la hora de manejar, manejo tranquila y alegre, cedo el paso y contagio a otros conductores a hacerlo. Cualquier otra persona que no se de cuenta de esta pequeña cadena, recibe una sonrisa o simplemente no pienso en eso. Fluyo. Soy feliz en el aquí y ahora, no teno prisa y confío como nunca en que todo está hecho ya para mi propio bien y conforme a mi voluntad, pues la voluntad del Todo es cumplir la mía. Creo que empiezo (apenas) a darme cuenta de cómo utilizar Las Leyes a mi favor, a veces, el Todo se encarga de recordármelo o dame un ejemplo si sigo sin tener algo claro. ¡Es increíble! Puedo ver que todos compartimos la misma escencia, todos tenemos prestada la misma energía así que no vale la pena discutir, enojarse, estar triste por cuestiones que tienen solución. No me aferro a las malas costumbres. A pesar de que lidiar a veces con la parte hormonal puede llegar a ser difícil (en especial cuando se es mujer, quiero decir), ahora cuento con muchas más herramientas para ser feliz y ocupar a las hormonas sólo con cuestiones positivas. La voluntad inconscente es realmente poderosa, y trabajar para mantenerla de tu lado vale toda la pena.

Esta semana, ha sido una especie de “nudo” donde mis nuevos hábitos y formas de pensar no están dispuestas a diluirse más… Todo se siente mucho más amarrado.

¡Gracias siempre!