Hay una canción del grupo “Caloncho” que se llama “Optimista” y dice algo como:
Fortuna es lo que siento
Soy feliz con lo que tengo
La dicha está en el universo
Amanecí pa’ disfrutar
Y es que el sol me pone bien
Me gusta que me pegue el viento
Serotonina al nivel natural
Y el té me encanta respirar
Todo bien al 100
Calma en mi para poder ver
Y reconocer bendiciones en mi poder
En mi poder
Despierto y agradezco
Todos los días son perfecto
Uno decide como verlos
Hay que saber seleccionar
Somos polvo cósmico
Tratando de entender al tiempo
Y pronto poner en mi realidad
El sueño de experimentar…
Y ha sido la canción de esta semana. Soy consciente totalmente de que soy responsable absoluta de todo lo que sucede a mi alrededor. De hecho, he de confesar que, el jueves estaba muy desanimada para ir a dar una clase, sin embargo, me presenté, la di y ¿el resultado? Las alumnas con energía muy baja y sin querer trabajar lo que les pedía. Perfecto reflejo de mi mente, lo que das es lo que recibes, sin excepción, no hay forma de escapar de las Leyes de Atracción, no importa cuántas veces has sido positivo, cuánto hayas trabajado por sonreír, cuánto te ha costado dejar los prejuicios y los malos pensamientos a un lado… ¡Todo lo que piensas lo atraes! Y ahora, siendo más consciente, con mucha más razón. Ese día, no pude recuperarme, todo a mi alrededor estaba bajo de energía. Cuando llegué a casa, advertí lo mal que había reaccionado, me sonreí y recordé que ahora, persisto hasta acanzar el éxito. Re-aprendí la lección, no estoy dispuesta a dar lo terrible de un cansancio, de unas hormonas, o de un estado de ánimo. Ahora soy totalmente responsable no sólo del curso de mi día, sino del de los demás. Y ese pensamiento me ha dado una paz y seguridad que ningún “día pesado” me había dado antes.
Así que la semana se cerró con mucho amor y sintiendo la apertura de mi consciencia. Todo es maravilloso, hay milagros por todas partes y todos los días, soy una mujer extraordinariamente poderosa y puedo contra todos los pequeños monstruos que quieran venir a “apestar” mi día. Todo lo hago con amor, y los ejercicios ya son, oficialmente, parte de mi vida. No tengo otro tiempo, ni otro momento ni lugar, estoy aquí y ahora y ¡decido ser libremente feliz!